beber 2 litros de agua al día, ya que deberíamos hacerlo sólo cuando realmente tengamos sed; igualmente, beber agua sin tener sed no es perjudicial, pero tampoco necesario. Pero, ante todo es lógicamente la bebida más recomendada y saludable, ya que nos mantiene hidratados.
Por otro lado, bebidas como los refrescos, el alcohol, los batidos y zumos empaquetados se encuentran entre las 5 bebidas que más engordan, y por tanto más perjudiciales, ya que su contenido en azúcar es muy elevado, y en el caso del alcohol, por ejemplo, solo consumimos calorías vacías, no nutrientes.
Los refrescos y los zumos embotellados promueven “la obesidad (la gran pandemia de esta época), la diabetes, la hipertensión y enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el ictus”, “Conviene reducir el consumo de estas bebidas y si se puede eliminarlo”. La mejor bebida es el agua. Es cierto que en España la ingesta de refrescos y zumos no es tan exagerada como en EEUU o en México, supone alrededor del 6% de las calorías de los españoles”. Pero resulta fundamental “dar pasos adelante en la lucha contra las bebidas azucaradas, concienciar a la sociedad, establecer una regulación más estricta e impuestos”. Es como la ‘guerra’ contra el tabaco, “nuestro referente a pesar de las presiones industriales, poco a poco, la ciencia va ganando la batalla en favor de la salud pública”.
– Las bebidas gaseosas además de agua, contienen azúcar, saborizantes y químicos. Si bien las bebidas light no aportan calorías -pues no tienen azúcar-, sí cuentan con el resto de los ingredientes poco saludables. Además, estas bebidas colaboran con la descalcificación de dientes y huesos.
Refrescos y obesidad infantil:
Después de valorar los hábitos dietéticos, el estilo de vida y el consumo de bebidas azucaradas en 174 niños con una edad media de 11 años, los autores observaron que el consumo de cuatro o más bebidas azucaradas elevaba el riesgo de obesidad un 246%. Además, “por cada ración extra diaria de este tipo de bebidas multiplicaba por 1,69 las propabilidades de obesidad”, lo que supone un incremento relativo del 69% para cada ración extra diaria”.
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